El pasado 23 de julio más de un centenar de vecinos del barrio porteño de Constitución llevaron adelante el segundo «abrazo a Constitución» con motivo de la oscuridad que opacó el barrio, por la inseguridad y el abandono, por los chicos perdidos en la droga, y la prostitución, la trata de personas, realidades que rompen el corazón, por los cuales los habitantes se unieron para darse las manos, abrazar el barrio y orar con la finalidad de bendecir el lugar para que haya paz.
El contingente salió de la plaza Constitución, recorriendo la avenida Juan de Garay en dirección sur de la ciudad por Santiago del Estero hasta llegar a avenida Caseros y regresar por Salta en dirección al punto de partida. A lo largo del trayecto en varias ocasiones la misma se detuvo para hacer un minuto de silencio y orar e interceder. También a través de un megáfono se explicaba a los vecinos y transeúntes los motivos de la movilización.
Asimismo en la Plaza complementando el encuentro, el Programa Vida colocó un gazebo para atender consultas e inquietudes sobre la problemática de adicciones a la gente que se acercaba a preguntar.
La marcha estuvo integrada por muchos jóvenes de distintas iglesias evangélicas porteñas acompañados, por vecinos, miembros de la ONG Madres Víctimas de la Trata con Margarita Meira, voluntarios de la Fundación No Más Violencia, chicos de Juventud con una misión (JUCUM), de Ituzaingó y Capital, Valores Para Mi País, gente de Puente a la Vida, y varios pastores, entre ellos, Juan José Barreda y Mario Morana. Este último del Centro Cristiano Príncipe de Paz de San Telmo fue quien cerró con una Palabra en Plaza Constitución el segundo abrazo.
«Nos unimos para levantar nuestra voz y acompañar al vecino en la lucha por reclamar justicia y proclamar el favor de Dios en medio de tanto dolor, nuestro corazón alaba a Dios por la respuesta a tantos hijos de Él que respondieron y se hicieron presentes. A cada uno que vino queremos expresarle nuestro agradecimiento por su corazón de siervo y la visión de Fe que lo lleva a hacerse presente para orar y ser las manos y los pies de Cristo, luz en la oscuridad», señala Jane Caldcleugh, integrante del grupo organizador. Y añadió«Es nuestra esperanza que sea esto el comienzo de más trabajos en red entre las iglesias de distintas zonas y una visión de lo que el Señor puede hacer en nuestro entorno cuando estamos atentos a su llamado de ir.»
Respecto al primer abrazo hubo avances en la Comuna 1, donde está ubicado el barrio de Constitución. Se puede observar más presencia policial, más patrulleros circulando por las calles, mejoró el alumbrado gracias a la poda de la copa de los árboles que trajo mejor visibilidad en las arterias de la zona.
ACIERA apoya esta iniciativa que llevan adelante distintas iglesias y entidades cristianas de este barrio porteño brindando testimonio y la predicación del Evangelio para la transformación del barrio de constitución.