Ante las nuevas propuestas y proyectos de ley que pretenden modificar la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, y el posible tratamiento de las mismas en el recinto de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Nación, deseamos, como Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina, sentar nuestra posición al respecto:
1. Creemos en la necesidad de una educación sexual integral que abarque los aspectos científicos, biológicos, psicológicos y sociales en la comprensión de la propia sexualidad y la del otro en un marco de respeto.
2. Creemos que una educación sexual integral contribuye a prevenir la violencia de género, el abuso infantil, los embarazos no buscados y sobre todo los de la adolescencia temprana.
3. Creemos que una educación sexual integral hace a la persona más responsable en el uso de su sexualidad.
4. Creemos que el Estado tiene una responsabilidad irrenunciable en asegurar que una educación sexual integral llegue a todos.
En virtud de lo anterior, reafirmamos lo que nuestra legislación actual dice, junto a los tratados internacionales a los que adhiere nuestro país:
1. Que toda persona tiene derecho a la educación, la que debe estar inspirada en los principios de libertad, moralidad y solidaridad (Convención Americana de Derechos Humanos, art. 12).
2. Que la educación integral debe darse “con la participación de las organizaciones sociales y las familias” (Ley 26.206, art 4).
3. Que son responsables del ejercicio y derecho de enseñar y aprender: “Los Estados, las confesiones religiosas, las organizaciones de la sociedad y la familia” (Ley 26.206, art. 6).
4. Que la familia es “el agente natural y primario” de la educación (Ley 26.206, art. 6 y art. 128 a).
5. Que los padres tienen el derecho a elegir para sus hijos/as la institución educativa cuyo ideario responda a sus convicciones filosóficas, éticas o religiosas (Ley 26.206, art. 128 c).
6. Que las instituciones de educación de gestión privada tienen el derecho de aprobar el proyecto educativo institucional de acuerdo con su ideario y participar del planeamiento educativo (Ley 26.206, art. 63 a).
7. Que en el proceso de elaboración de su proyecto institucional cada comunidad educativa adaptará las propuestas en el marco del respeto a su ideario institucional (Ley 26.150, art. 5).
A pesar de lo expresado en la legislación vigente, y so pretexto de que esta se cumpla, se intenta introducir modificaciones significativas a la ley 26.150 de Educación Sexual Integral que distorsionan gravemente su sentido original y pretenden imponer contenidos ideológicos de manera autoritaria. En tal sentido son de extrema gravedad, entre otros:
1. El transformar a la ley en un instrumento de Orden Público cuya aplicación deberá ser obligatoria.
2. Que el contenido será brindado por el Consejo Federal de Educación y su implementación será obligatoria para todas las escuelas públicas de gestión estatal y privada, confesional o no confesional.
Dada la gravedad de la legislación que intenta imponer la educación sexual ideológica, tanto a nivel nacional como provincial, expresamos NUESTRO MÁS FIRME RECHAZO a:
1. El intento de obligar a las instituciones a enseñar lo que no concuerda con sus idearios (contrario a lo establecido en el art. 5 de la ley 26.150).
2. El intento totalitario de excluir a los padres a la hora de elegir la educación sexual de sus hijos (conforme al art. 18 inc. 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; art. 12 inc. 4 de la Convención Americana de Derechos Humanos).
3. El intento de introducir, dentro de la educación sexual, contenidos sin base científica que responden a una construcción ideológica, sin contar con la participación de los padres y actores sociales en su elaboración.
La sexualidad no es una materia más en un programa de estudio. Tiene que ver con aspectos profundos del ser humano a los que se suma lo biológico y las profundas convicciones éticas y religiosas.
Defendemos un Estado laico de total independencia de las cuestiones religiosas. Por esta misma razón así como no pretendemos que el Estado enseñe conforme a nuestra fe, tampoco aceptamos que el Estado pretenda avasallar nuestras convicciones.
Sostenemos firmemente el derecho que tenemos a educar a nuestros hijos.
Rogamos a Dios para que ilumine a los legisladores y a quienes ocupan lugares de decisión para que ejerzan sus mandatos mirando el bien común, respetando la diversidad y valorando las convicciones de los ciudadanos a quienes representan.
Comité Ejecutivo de ACIERA