Luego de realizarse la Asamblea Anual de la Alianza y compartir con los afiliados e invitados un refrigerio, se celebró en la misma jornada, jueves 12 de diciembre, en las instalaciones del auditorio de la iglesia Rey de Reyes en el barrio porteño de Belgrano, el “Culto de Gratitud a Dios”, antes denominado Tedéum Evangélico.
Con una nutrida concurrencia, los miembros del Consejo Directivo Nacional de ACIERA, afiliados e invitados como autoridades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, instituciones cristianas y de la sociedad civil, y público en general, se realizó la octava celebración de este encuentro en un marco compromiso de fe en Jesús que profesamos.
Las primeras filas del cómodo templo fueron ocupadas en su mayoría por los representantes de las instituciones: primeramente a los diputados nacionales (de fe evangélica) Dina Rezinowsky y David Schelereth; luego por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estuvieron presentes Federico Pugliese, Director General de Cultos, acompañado y Pilar Bosca, Gerenta de la Dirección de Cultos; Juan Carlos Sagardoyburu, representante de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE); Juan Cruz Hermida (Universidad Católica Argentina); Jorge Aníbal Severino, representante de la Asociación de Bancos de Argentina (ADEBA); Cristina Lerche, representante del Foro de Habitantes a Ciudadanos; Julio Fumagalli, representante de Diálogo Ciudadano, Ana Ortiz, en representación de la Sociedad Rural Argentina ; y además Luder Garabedian, Presidente del Consejo de Representatividad Evangélica de Uruguay (CREU), pastores y líderes de denominaciones e iglesias evangélicas, así como los miembros del Consejo Directivo Nacional de ACIERA, entre otros.
“Estamos agradecidos a Dios por tanta bondad y bienvenidos a nuestra casa”, expresó la pastora anfitriona, Daniela Freidzon (miembro del consejo directivo nacional de ACIERA), previo a la entonación del Himno Nacional Argentino, acompañado en la locución del evento por Walter Etcheverry. A continuación el pastor Armando Nass de la Provincia de Entre Ríos y presidente de la Iglesia Congregacional en Argentina, efectuó oración de Apertura.
Posteriormente, el presidente de ACIERA, pastor Rubén Proietti, expresó su felicidad por este festejo de gratitud al Señor, y agradeció a las autoridades y visitas presentes su acompañamiento.
Luego fue el momento de alabanzas y adoración con la banda de Rey de Reyes, y la lectura de la Palabra de Dios, a través de la pastora Silvia Serantes quien pastorea junto a su esposo Walter Serantes la Iglesia Tiempo de Renuevo, quien compartió el pasaje de 1 Tesalonicenses 5:18-24.
Otro momento central tuvo lugar con las oraciones efectuadas por los pastores a favor de distintas necesidades: Por la Familia, oró el pastor Walter Altare, de Santa Fe; por la Iglesia, el pastor José Luis Urso de la ciudad de Rosario y coordinador del Consejo de pastores de dicha ciudad, por las nuevas autoridades, hizo lo propio el pastor Daniel Gutiérrez, de Jujuy, Secretario del Consejo de Pastores, y cerró intercediendo por el país, el pastor Juan Carlos Bazán, de Salta , de la Iglesia Catedral de los Milagros.
Se concretó luego otro tiempo musical con los temas interpretados por el coro de la iglesia del Centro “Del Centro Choir”, que siguió luego con la breve presentación de parte del pastor Hugo Baravalle, vicepresidente de Relaciones Externas, a quien trajo el mensaje de las Sagradas Escrituras, Rubén Del Ré, director de Sociedad Bíblica Argentina (SBA), el cual estuvo basado en el pasaje bíblico de 1 Samuel 12: 22.-24.
Finalmente concluyó el culto de gratitud a Nuestro Señor con palabras del pastor Christian Hooft, miembro del CDN, quien expresó “nos vamos con este corazón de unidad, y que estamos bien representados juntos en el poder de Dios que nos da las fuerzas para cumplir la misión que Él nos da, y contentos de que la Iglesia está creciendo. Pero, saben una cosa, afuera hay mucha gente desamparada, excluida, con mucha necesidad, y mucha gente que no cree en el Dios en que nosotros creemos y queremos despedirnos pidiendo a Dios por ellos. Pedimos a Dios que en este tiempo nos de una misión clara y profunda, con una esperanza inquebrantable.”