El 10 y 11 de junio se llevó a cabo en Mar del Plata la Cumbre Nacional de líderes de jóvenes organizada por Especialidades Juveniles. Más de 1.300 líderes de todo el país que sirven en sus iglesias entre la adolescencia y la juventud llenaron el lugar y disfrutaron de una capacitación específica que resultó en una verdadera fiesta espiritual.
Como lo viene haciendo ininterrumpidamente durante los últimos 16 años, este evento no solo brinda herramientas y recursos de actualización para que los líderes sean más eficientes en su trabajo, sino que además busca levantar en alto las banderas de la unidad en la diversidad de la iglesia, la humildad como característica necesaria del liderazgo de servicio y la excelencia y preparación con la que se debe honrar a Dios, entre otros valores.
El gran Hotel Provincial donde se realizó la Cumbre y donde se alojaron la mayoría de los asistentes se transformó en un verdadero santuario en el que hubo adoración, intercesión, entrenamiento e inspiración para alcanzar a las nuevas generaciones. Participantes y organizadores coincidieron en que la atmósfera que se respiró durante toda la actividad fue de total armonía, compañerismo espiritual, paz y foco en la misión a cumplir. El lema fue “Yo voy” basado en Isaías 6:8 yconstantemente flotó en el ambiente la necesidad de trascender la experiencia del evento en sí para
comprometerse a estar como iglesia a la altura de lo que la realidad actual de nuestro país está requiriendo.
De esta manera los líderes juveniles de Argentina regresaron a sus ciudades y a sus iglesias locales con una nueva motivación, con recursos actuales y con la seria decisión de afectar sus entornos con la influencia divina.
ACIERA se goza en el éxito de este encuentro porque ha auspiciado desde el comienzo el ministerio de Especialidades Juveniles en su objetivo primario de entregar capacitación y herramientas útiles a los pastores de jóvenes. Además ACIERA respalda esta iniciativa de levantar una generación con llamado de Dios para influenciar la sociedad con los valores del evangelio, en el marco de la humildad, la unidad y la formación en excelencia.