Ese fue el lema con el cual comenzamos hace veinte años un día como hoy en un encuentro que colmó el salón central del edificio de ACIERA. Líderes de jóvenes menores de 40 años fueron convocados para iniciar un espacio transversal que, de manera natural y con llamado de Dios, fuesen los que continuarían el liderazgo de quienes los antecedieron. En ese tiempo, como primer director de PLA, tenía en mi corazón el ejemplo de Juan, de quien la Biblia dice que “era antorcha que ardía y alumbraba” (Jn. 5:35). Junto con el Pr. Rubén Proietti soñábamos con que los ministerios que nucleaban el trabajo juvenil proyectara su luz y su influencia por toda la nación.
Pasando la Antorcha fue creciendo, modelando un estilo y acrecentando un llamado compartido. Poco tiempo después de haber lanzado este desafío elaboramos un Manifiesto que declaraba nuestros valores como juventud cristiana, donde expresamos que los valores que inspiraban nuestro trabajo –basados en las enseñanzas de Jesús– eran los que nuestro país debía seguir. Hoy PLA sigue sosteniendo los mismos valores.
Unos años más tarde nos propusimos un plan concreto de crecimiento y transformación nacional. Es cierto que no alcanzamos todo lo propuesto, pero sí seguimos caminando en pos de ese ideal con las fuerzas que el Señor nos da. Eso nos dio más espacio, más personas que sumar a la visión y más fuerza para cumplir la misión y recibir la antorcha para seguir adelante.
Falta mucho por hacer, pero no nos quedamos quietos. Muchos “antorcheros” hoy son representantes en diferentes estamentos gubernamentales de distintos partidos políticos, referentes en lo que Dios les dio como representantes del pueblo o funcionarios públicos. Son médicos comprometidos con la vida. Son abogados que bregan por proponer mejores leyes más ecuánimes y justas. Son artistas que predican desde diferentes espacios donde exponen su arte. Son personas que han llegado a los medios de comunicación y son sal y luz. Son hombres y mujeres que lideran niños, adolescentes y jóvenes, que abrazaron el ministerio pastoral en todas sus áreas, con educadores comprometidos. Son exponentes ante el CONICET y forman filas en los equipos de investigación. Son comunicadores y también influencers que anuncian el evangelio a la generación siguiente. Hay una infinidad de personas influyentes que día a día aportan desde sus lugares de acción un granito de arena para la transformación. Ya no es un sueño, ¡Pasando la Antorcha es una realidad!
Crecimos. cumplimos 20 años de labor comprometida. Seguimos mirando el horizonte. Ya lo decíamos en abril cuando se realizó la celebración oficial de los 20 años de Pasando la Antorcha: “Veinte años atrás nos decían respecto de introducirnos en actividades fuera de la Iglesia: ‘No te metas en actividades del mundo, te vas a contaminar’. Hoy gracias al cambio de paradigma aseveramos que cada área de la sociedad es un campo misionero. La iglesia tiene que ser un agente de cambio, como enseñó Jesús, sal, luz y levadura en la sociedad”.
Por todas esas razones, creo profundamente en pasar la antorcha. A mí me toca ir viendo a los que vienen detrás de mí para pasarle, llegado el momento, el legado del ministerio que Dios me dio, así como yo mismo lo recibí de otros que creyeron en el llamado de Dios para mí. Es tiempo de expandir, de crecer, de preparar y de saber que Dios siempre nos acompaña cuando cumplimos con su llamado y propósito en nuestra vida.
Hoy, 15 de septiembre de 2023 damos gracias a Dios por todo lo que vendrá. Porque esta celebración no es otra cosa que el impulsó hacia lo que está por delante. Agradecemos por los 20 años que pasaron, pero más agradecemos por los próximos 20 años que vendrán. ¡Felicito la buena labor de Matías Franco que hoy dirige con gran entrega y servicio excepcional!
¡Feliz cumpleaños, Pasando la Antorcha!
Pr. Christian Hooft
Presidente de ACIERA
(primer director de PLA)