Este año la Red Misiones Mundiales cumple 40 años. Sus comienzos, en 1982, encontraba a la Argentina golpeada por el fin de la Guerra de las Malvinas y un proceso militar perimido que había dejado sus huellas en la sociedad. A pesar de este panorama, la iglesia evangélica crecía y tenía cada vez más presencia en la sociedad. Ya no eran comunidades pequeñas y dependientes de ministerios extranjeros, sino expresiones locales fuertes que daban forma a una iglesia autóctona que tomaba conciencia de sí misma y el potencial que Dios había derramado sobre ella, no solo para la misión local sino también para la mundial. Hoy, la iglesia evangélica representa el 15% de la población argentina (unos 7 millones de personas), y tiene una fuerza misionera de más de un millar de compatriotas sirviendo entre las naciones.
Por cierto, la visión misionera y el involucramiento con la misión global no nacieron con Misiones Mundiales. Sin embargo, creemos que el Señor sí permitió que tomara forma un movimiento que, de una manera organizada y sostenida, fuera dando pasos para llevar a la iglesia Argentina a un nuevo nivel de compromiso con la misión mundial. Y en esto, Misiones Mundiales fue clave, y el resultado natural que emergió de la misma iglesia.
Es así que en un retiro de pastores convocado por la Misión Evangélica Iberoamericana (MEI), en Villa Giardino (Córdoba, junio de 1982), el pastor Luis Palau desafió a los líderes nacionales de aquel a tiempo a pensar no solo en su misión local sino también en su potencial a las naciones. Esto no hizo más que unir y potenciar lo que el Espíritu Santo ya venía trabajando en los corazones de varios líderes nacionales y su carga por alcanzar el mundo con el evangelio. Caminos que fueron cruzándose en los tiempos de Dios y generando el despertar de la iglesia evangélica a la misión global como nunca antes.
Así fue como nació Misiones Mundiales, luego llamada Red Misiones Mundiales (RMM), un movimiento que buscaría despertar y movilizar a la iglesia evangélica argentina hacia la misión global, sembrando la visión misionera, generando nuevas iniciativas, facilitando la creación de distintos ministerios, centros de capacitación, e impulsando el envío de cientos de misioneros argentinos a las naciones como nunca antes, siempre con un espíritu amplio, cooperativo, fraternal e interdenominacional.
Junto con Misiones Mundiales también nacía ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), siendo desde los comienzos dos entidades hermanas e interdependientes (una como expresión misionera de la iglesia hacia el mundo y la otra representativa de esta hacia la comunidad local). También surgiría pocos años después (en 1987) COMIBAM (Cooperación Misionera Iberoamericana). Y justamente Misiones Mundiales fue uno de los movimientos nacionales fundadores e impulsores de la visión misionera en Latinoamérica, confirmando lo que Dios ya estaba generando: un nuevo mover en toda la región.
Es así como a lo largo de estos 40 años, el Señor ha permitido que crezca y se consolide un movimiento misionero nacional que, a pesar de las crisis y dificultades sociales, políticas y económicas que históricamente han afectado a nuestro país, sigue levantando en alto la antorcha de la misión global, cumpliendo la Comisión de nuestro Señor Jesucristo de llevar el evangelio a todo el mundo y a toda criatura (Mc 16:15).
Si bien anhelamos que más congregaciones de nuestro país abracen la misión global, no podemos más que dar gracias a Dios por el camino recorrido: a) más de 1200 misioneros argentinos, enviados y sostenidos por sus iglesias locales, sirviendo en algunos de los lugares menos alcanzados con el evangelio; b) más de 60 ministerios y agencias misioneras -muchas nacidas en nuestro país, sumadas a otros reconocidos ministerios internacionales- quienes contribuyen a que el movimiento misionero siga creciendo; c) grandes hombres y mujeres de Dios que han abierto el camino, impactando e influenciado con su visión y liderazgo no solo a la Argentina sino también al resto del mundo; d) miles de almas que han pasado de muerte a vida eterna gracias al testimonio de hermanos fieles que, enviados por sus iglesias locales, aceptaron y obedecieron el llamado de Dios para predicar el evangelio en los confines de la tierra.
Durante este camino pudimos celebrar distintos encuentros nacionales, como Misión 86, Misión 89, Misión 92, Misión 97 y Misión 2015, que sirvieron para alabar juntos al Señor, reflexionar, animar, y movilizar la iglesia a nuevos horizontes, buscando ser sensibles al mover del Dios en cada tiempo.
Por eso, este año que la RMM cumple 40 años, queremos celebrar MISIÓN 2022: el sexto congreso misionero nacional, en la ciudad de Rosario, del 4 al 6 de noviembre, con el fin de agradecer a Dios por el camino recorrido pero especialmente impulsarnos hacia delante, renovando nuestro compromiso hacia las naciones. Necesitamos ampliar el horizonte a las nuevas realidades y desafíos que nos presenta un mundo en constantes cambios y movimientos, para seguir aprendiendo y caminando juntos en la misión de presentar el evangelio integral de nuestro Señor Jesucristo de una manera relevante y transformadora, comenzando desde nuestra Jerusalén pero llegando hasta lo último de la tierra (Hch 1:8). Estamos convencidos que las bendiciones que Dios ha derramado en la iglesia argentina también son para bendecir a las naciones.
¡Toda la iglesia, llevando todo el evangelio, a todo el mundo!
Erich Bertuzzi
Presidente RMM
Octubre 2022
redmisionesmundiales@gmail.com