Buenos Aires, 13 de marzo de 2023 — La grave situación en la ciudad de Rosario respecto a la violencia, los asesinatos y crímenes que azotan la ciudad es tema en los medios nacionales de comunicación. En esta oportunidad el diario La Prensa entrevistó al pastor José Luis Urso, quien coordina el Consejo de Pastores en Rosario y además es miembro del Consejo Directivo Nacional de ACIERA. Urso pastorea en uno de los barrios más peligrosos de esa ciudad.
En su evaluación al respecto de lo que sucede en la ciudad Urso contó como la iglesia brinda ayuda frente a la ausencia del Estado: «La Iglesia Evangélica tiene una particularidad que es que está en todo lugar por la dinámica de proyección que tiene. Aquí en Rosario recién se constituyó una Multisectorial por la Paz, de la cual participamos junto con gente de la Universidad Nacional de Rosario, la Bolsa de Comercio, la Cámara Empresarial, Gremios, entre otros actores de la sociedad. Durante el encuentro se me acerca un funcionario y me dice estuvimos donde ocurrió todo este conflicto y vimos un montón de Iglesias. Sí, es cierto, sencillamente, es un efecto de la misión que tenemos: ir adonde está la necesidad. La situación es que desde la Iglesia estamos conteniendo, ayudando, hay centros de rehabilitación, hay contención a la mujer, a los chicos y a la persona que quiere salir de adicciones. Hay diferentes actividades, sí, pero nos encontramos que cuando estamos guiando o ayudando a la gente para poder hacer que reciba del Estado lo que tiene que recibir, se encuentra que este está ausente».
El periodista preguntó: -Ustedes tienen que trabajar en una zona muy peligrosa ayudando a la gente y la posibilidad de recibir represalias, ¿cómo se trabaja con un temor así?
–Es un tema difícil de explicar, pero es la fe que tenemos. Creemos que hay recuperación y que no se va a solucionar esto solamente con tener más policía o más prisiones, o que se active más el sistema judicial. Profesamos la restauración, la transformación de la persona. Hay en juego mucha fe y por eso en los barrios somos respetados, es decir, son muy pocas iglesias las que han sido afectadas directamente por un hecho de violencia, más allá de vandalización común de espacios o el robo de objetos como manijas de bronce. Esto ya no tiene que ver con la droga, sino malvivientes de poca monta que al ver la ciudad liberada salen a delinquir también. -sintetizó el pastor rosarino.
Además Urso dijo al respecto de la preparación que tienen las iglesias para suplantar cuestiones que deberían ser desarrolladas por políticas públicas que las congregaciones están preparadas «hasta lo que se pueda. La idea no es la cantidad. El problema mayor no es la falta de comida o asistencia médica, que por supuesto son relevantes. Lo que más urge es el tema de tener a alguien que escuche, anime y de una palabra diferente. Cuando vos tenés personas que te quitan toda esperanza, entonces haces medidas extremas, que es lo que les pasa a muchos de estas personas». Dando cuenta de la misión la Iglesia Evangélica de llevar el mensaje de fe y esperanza de Jesús.
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