Hace pocos días vivimos hechos lamentables, una vez más, de violencia en el deporte, que nos vuelven a enfrentar con nuestra propia realidad.
Nos planteamos varias preguntas.
¿Por qué se puede vulnerar la seguridad con TANTA facilidad ?
¿Por qué es TAN fácil tener un cómplice ADENTRO del club y que no pase nada?
¿Por qué las autoridades acreditadas fueron TAN incompetentes que tardaron TANTO en tomar una decisión que no tenía misterios ?
¿Por qué es TAN habitual que NADIE sepa lo que había que hacer?
¿No hubieran podido los responsables retirar a los protagonistas de inmediato (lo cual ocurrió MAS DE DOS HORAS DESPUÉS), y seguir con el cabildeo en oficinas fuera de las cámaras ?
¿Por qué el plantel de local, no abrazó al visitante, para que pudieran abandonar el campo de juego JUNTOS ?
¿Por qué hoy TANTOS se sienten satisfechos por la «lección» que le dieron a River esa anoche?
¿POR QUÉ HAY QUE SEGUIR PASANDO TANTA VERGÜENZA?
Algunos creen que por ser un espectáculo deportivo, el hecho no reporta mayor importancia, frente a los profundos problemas que vive el país. Sin embargo, si lo vemos en perspectiva, podremos notar, que lo ocurrido, no es más que un reflejo emergente de nuestra cultura. Una muestra de cómo somos a nivel comunidad y sociocultura. Y que si lográramos acertar en este diagnóstico, tal vez nos ayudaría a empezar a resolver AQUELLOS OTROS problemas profundos, históricos, de raíz, que hace décadas y aún siglos debemos y podemos resolver, en Argentina y en América Latina también.
No fue un hecho intrascendente. Decenas de millones seguían todo lo que ocurría en Argentina. Si, «decenas de millones» de almas veían imágenes dantescas de lo que se había propuesto como un súper espectáculo y finalizó siendo un súper papelón. Y habría que incluir a más decenas de millones de almas en todo el continente, y ni mencionar los millones que siguen simpatizantes el River-Boca en el resto del mundo. ¿Es un hecho trascendente o no?
Una vez más tenemos la oportunidad de ofrecerle al mundo una imagen, una propuesta, y terminamos mostrando otra cara totalmente lamentable.
¿Por donde pasa la TRANSFORMACIÓN entonces?
Creemos firmemente que la salida pasa por la EDUCACIÓN y la reforma ÉTICA.
Cuando empecemos a repudiar la violencia, aunque la protagonice nuestro equipo preferido. Cuando entendamos que los papelones no deben ocurrir, aunque nuestro caudillismo barrabrava se vea ridiculizado. Cuando TODOS en un espectáculo deportivo entendamos que los que insultan, arrojan botellas, promueven la violencia o directamente la protagonizan, son individuos inadaptados, que deben ser ayudados, no alabados, ahí empezaremos a revertir nuestro mal.
Cuando los adultos demostremos con nuestra conducta a los menores, que realmente repudiamos ese tipo de actitudes, empezaremos a dejar una marca transformadora en la mente y el corazón de las próximas generaciones.
Para esta gigantesca empresa, invocamos la ayuda de Dios, fuente de toda razón y justicia, y proponemos a la sociedad acercarse a la Biblia, el libro que transforma vidas y naciones.
Lic. Gastón Bruno
Ex Vicepresidente de Aciera.
Twitter: @gastonbruno
Face: gastonbruno
La organización No Mas Violencia emitió un comunicado en repudio por los hechos acontecidos y promoviendo la paz en las canchas como lo hace desde el año 1997. La declaración fue promovida en varios medios nacionales, entre ellos el diario La Nación; Press Reader; La Confederación Evangélica Bautista Argentina; Diario HOY en la Noticia de La Plata el sábado 16 de mayo en la página 17.
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