La Asociación Pastoral Evangélica de Mar del Plata (APEM) comenzó un movimiento de oración por el país y los distintos problemas que se generan como consecuencia de la situación imperante. Movidos por el pasaje de Ester 4:11-14 donde la propia Ester y Mardoqueo intercambian mensajes que precedieron al ayuno que la reina solicitó para poder hablar con el rey Jerjes y evitar así el plan de Amán de destruir a los judíos.
De igual manera, más de 130 iglesias se comprometieron a orar las 24 horas del día desde el lunes 14 de septiembre y hasta el viernes 23 de octubre 2020. “Estamos muy contentos porque se gestó un movimiento de oración y unidad entre los pastores. Más de la mitad de las iglesias en Mar del Plata, Miramar, Batán y Vivorata se comprometieron a cubrir en oración 24/7 por 40 días”, señaló el pastor Rubén Orsatti, secretario de APEM.
Además Orsatti dijo que “los siete días de la semana, crearemos una atmósfera de poder sobre nuestras ciudades y nuestro país. Ser parte no es una opción, es una necesidad. Pues, si en el día malo no hacemos lo que tenemos que hacer, luego será tarde para revertirlo. La iglesia es la Ester de esta hora, y debemos asumir lo que somos para hacer lo que nos es demandado. Este es el tiempo, esta es la hora, de encender la llama del avivamiento en nuestra nación. La clave es la oración”.
Iniciativas como ésta, más el Altar de Oración de Argentina Oramos por Vos (AOxV), la Cadena Nacional de Oración impulsada por ACIERA, junto a manifestaciones de oración regionales, como sucedió en Río Negro, Neuquén y otras ciudades son hechos puntuales que muestra donde está la iglesia de Jesucristo, y marca el rumbo de nuestra nación. No es la primera batalla que enfrentamos, tampoco es la única, ni la última. Sabemos que son tiempos difíciles pero también sabemos que son tiempos para levantar altares de oración y proclamar el Evangelio de Salvación.
Alentamos a unirse en oración, en cada ciudad, en cada provincia, en todo el país rogando a Dios por su intervención en estos tiempos de angustia y desesperanza. Que sea Él quien defina el futuro de una Argentina pujante, y que nosotros toda la población de este hermoso país podamos estar a la altura de las circunstancias. Comenzando entre nosotros, los creyentes en Cristo, a gestionar la unidad nacional. En nuestro caso, como Jesús lo pidió al Padre, para que el mundo crea.
‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.’
Jeremías 29:11-13 NVI
